CLASIFICACION DE LOS FARMACOS POR SUS CARACTERISTICAS QUIMICAS Y FISICOQUIMICAS

Farmacología en acción - Un podcast de Alonso Gutierrez Carlos Ruben

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La clasificación de fármacos según sus características químicas y fisicoquímicas es esencial para entender cómo interactúan con el cuerpo y cómo se comportan en diferentes entornos biológicos. A continuación, se proporciona una descripción de cada aspecto de esta clasificación junto con ejemplos ilustrativos: Estructura Química: La estructura química de un fármaco se refiere a la organización de los átomos que forman la molécula del medicamento. Los diferentes grupos de fármacos pueden compartir características estructurales similares, lo que a menudo se correlaciona con ciertas propiedades y actividades biológicas específicas. Ejemplo: Los benzodiazepinas son una clase de fármacos que comparten una estructura química característica de un anillo de benceno fusionado con un anillo diazepínico. Alprazolam y diazepam son ejemplos de benzodiazepinas utilizadas para tratar la ansiedad y los trastornos del sueño. Grupo Funcional: El grupo funcional es una parte específica de la molécula del fármaco que confiere ciertas propiedades y comportamientos químicos. La presencia de ciertos grupos funcionales puede ser crucial para la interacción con las proteínas y las enzimas en el organismo, lo que determina la actividad farmacológica. Ejemplo: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son fármacos que tienen un grupo funcional ácido carboxílico (COOH). Este grupo es responsable de su capacidad para inhibir la producción de prostaglandinas, lo que reduce la inflamación y alivia el dolor. El ibuprofeno y el ácido acetilsalicílico (aspirina) son ejemplos de AINE. Solubilidad: La solubilidad se refiere a la capacidad de un fármaco para disolverse en un medio determinado, como agua o lípidos. La solubilidad afecta la absorción y la distribución del fármaco en el organismo, lo que a su vez influye en su eficacia y biodisponibilidad. Ejemplo: Los fármacos hidrofílicos, como el propranolol, son altamente solubles en agua, lo que facilita su absorción a través de las membranas celulares y su distribución en el torrente sanguíneo. Por otro lado, los fármacos lipofílicos, como el diazepam, tienen una alta solubilidad en lípidos, lo que les permite cruzar las barreras biológicas, como la barrera hematoencefálica, y llegar a tejidos específicos. Polaridad: La polaridad se refiere a la distribución desigual de cargas eléctricas en una molécula. Los fármacos pueden ser polares o apolares, lo que afecta su capacidad para interactuar con diferentes moléculas y proteínas en el organismo. Ejemplo: Los anestésicos locales, como la lidocaína, son moléculas polares que pueden bloquear la conducción nerviosa al interactuar con los canales de sodio en los nervios, impidiendo la transmisión del dolor. En contraste, los gases anestésicos, como el óxido nitroso, son moléculas apolares que actúan disolviéndose en las membranas lipídicas y afectando la función de los receptores en el sistema nervioso central. En resumen, la clasificación de fármacos según sus características químicas y fisicoquímicas es fundamental para comprender cómo estos interactúan en el cuerpo y cómo pueden ser utilizados de manera segura y efectiva en el tratamiento de diversas enfermedades y trastornos. La diversidad de estructuras, grupos funcionales, solubilidades y polaridades entre los fármacos proporciona una amplia gama de opciones terapéuticas para abordar diferentes condiciones médicas.