1178 - Ezequiel 2-3. El atalaya de la casa rebelde. Ez 3:17
Descansando en Dios - Un podcast de Francisco Atencio
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1178 – Ez 3:17 – Ezequiel 2-3. El atalaya de la casa rebelde.Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.La visión que Ezequiel tuvo de la gloria de Dios le proporcionó la perspectiva y motivación para llevar a cabo su misión. Pero también necesitaba recibir un mensaje, el contenido de lo que venía del Señor (“palabra de Jehová” en Ez 1:3). Al profeta se le dijo que recibiera la palabra divina, el mensaje de Dios (Ez 2:8–3:3) y después proclamara el mensaje la palabra de Dios (Ez 3:4-11). Después, necesitaba tener una motivación que lo dirigiera durante el cumplimiento de su tarea. Esa motivación le fue proporcionada cuando vino “sobre él la mano de Jehová” (Ez 1:3). Es guiado por el Espíritu para ir al lugar donde realizaría su ministerio (Ez 3:12-15); es nombrado formalmente como atalaya de Dios para Israel (Ez 3:16-21); El Señor le impuso varias restricciones físicas a su profeta (Ez 3:22-27). Ezequiel usará 12 veces la frase “casa rebelde” para referirse a la dureza, terquedad de Israel (Ez 2:5-6, 8; 3:9, 26-27; 12:3, 9, 25; 17:12; 24:3; 44:6). Dios varias veces animará al profeta diciendo: “no les temas, ni tengas miedo de sus palabras” porque sabía que Ezequiel tendría una tarea díficil de cumplir. Ezequiel como atalaya debía exponer, hablar la palabra de Dios lo escucharan o no. “Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos.” (Ez 2:5).I. Llamado al ministerio (Ez 2:1-7). “Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.” (Ez 2:3). La encomienda de Ezequiel era difícil. Su mensaje debía ser proclamado a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron (“rebeldes” aparece 8 veces en los capítulos de Ez 2-3 y 8 veces en otras partes del libro) y que además eran de duro rostro (Ez 3:7) y de empedernido corazón. “Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.” (Ez 2:6-7). Ezequiel sería el canal que usaría Jehová el Señor (’ăḏōnāy Yahweh) soberano. El profeta utilizó ese título de Dios 217 veces. “El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.” (Pr 21:29).II. Mensaje para el ministerio (Ez 2:8 – 3:11). Ezequiel recibe el mensaje de la palabra de Dios (Ez 2:8-3:3). “Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.” (Ez 2:8). Israel había fallado rebelándose contra las instrucciones divinas (Ez 2:3) y contra Dios y su palabra. Pero Ezequiel debía abrir su boca y comer lo que Dios le iba a dar. El mensaje consistía de palabras de endechas, lamentaciones y ayes. Esto resume el contenido de los juicios en Ez 4–32. “ Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel. “ (Ez 3:3). La dulzura provenía de la fuente de esas palabras (Dios) y no del contenido de las palabras (el castigo). Este mismo pensamiento fue expresado por David (Sal 19:10), Jeremías (Jer 15:16), y el apóstol Juan (Ap 10:9-11).
